Construcciones legales e ilegales.
Este problema afecta y ha afectado a los humedales durante toda la historia de nuestra ciudad. Constructoras legales y con permisos ambientales construyen sobre humedales reconocidos por el Distrito. Como ejemplo tomemos las torres de edificios que construyó y que seguirá construyendo AR Construcciones en el humedal el Jaboque en una zona que era de altísima biodiversidad y de anidación de la tingua pico verde en peligro de extinción. ¿Porque y como se da una licencia ambiental sobre la zona de ronda del cuerpo de agua del humedal?. Además en la zona se siguen construyendo grandes proyectos de vivienda, en nuestra ultima visita la constructora Cusezar ya colocó banderas, en una zona vecina colindante con el humedal, demarcando su nuevo proyecto de vivienda “Montecarlo”, 19 edificios de 6 pisos, lo que nos indica que este mal continuará y parece no haber quien lo detenga.
En los próximos meses o años cuando las inundaciones en los barrios vecinos del humedal (como el caso ocurrido este año en el barrio Marandú de la localidad de Engativá) sean cada día peores es que veremos el efecto de estos rellenos y de tantas afectaciones al humedal, pues su capacidad de retención de agua sera cada día menor.
Construcciones ilegales hay por montones en casi todos los humedales de Bogotá, un ejemplo lo observamos en el humedal Jaboque con el barrio UNIR en el que se producen quemas dentro del humedal, arrojo de escombros y se da una problemática ambiental enorme.
Basura en abundancia
Entrar a Jaboque es encontrarse de frente con la realidad de muchos humedales de Bogotá: la contaminación. Residuos de todo tipo (plástico, papel, cartón y hasta caucho) forman parte del entorno, en especial, de los espejos de agua, que comparten con alguna de la fauna y la flora.
Como lo señaló Juan David Escobar, ingeniero hidráulico de la Empresa de Acueducto de Bogotá, en este humedal se recogió, en un año, un volumen de basura que podría haber llenado todo el Estadio El Campín. No obstante, la Gerencia Ambiental de la EAAB dice que la responsabilidad en este tema compete a organismos de control como la Personería y la Contraloría, que tienen la facultad para hacer cumplir las normas.
“Hay algo difícil de controlar que es la cultura humana y eso toma tiempo. La Secretaría tiene una oficina de participación y gestión ambiental, desde la que se llevan a cabo muchas tareas de educación ambiental, para crear una conciencia alrededor de la protección de los humedales”, dijo Camilo Flórez, jefe de la Oficina de Ecosistemas y Biodiversidad de la Secretaría de Ambiente.
La pregunta es cuánto podría durar una campaña de sensibilización y por qué no adoptar otras medidas mientras las personas adquieren una cultura de cuidado.
Las basuras son un problema ocasionado por individuos y empresas. Hay quienes arrojan un residuo, que sumado a otros se van acumulando, y hay empresas que descargan su basura en estos sitios, maximizando los efectos.
“Tenemos problemas con Corabastos. Nos bota todos los residuos al humedal La Vaca. Se han comprometido en varias reuniones con la Personería y la Contraloría a solucionar el problema, pero no se ven las actuaciones”, dijo Ricardo Gómez, director de Gestión Ambiental de la EAAB.
Como opinó el profesor Orlando Rangel, del Instituto de Ciencias Naturales de la UN, se necesita controlar los asentamientos humanos, debe existir una clara delimitación de lo que es la cubeta con el espejo de agua y en la zona de ronda del humedal hay que implementar mecanismos de protección, como mallas.
“Estos humedales hay que incorporarlos a la comunidad, para que los pueda disfrutar. Para eso, hay que elevar su calidad ambiental”, recomendó el docente del Instituto de Ciencias Naturales de la UN. Eso sí, enfatizó en que los humedales no pueden convertirse en parques, con ciclovías y cemento.
De acuerdo con la Oficina de Ecosistemas y Biodiversidad de la Secretaría de Ambiente, es muy difícil ejercer vigilancia sobre humedales tan grandes como Jaboque, que tiene 150 hectáreas. La idea, dijeron, es hacer cerramientos con mallas, para que los recicladores, los perros y quienes contaminan el humedal no puedan ingresar tan fácilmente.
No obstante, indicaron que no se ha implementado, porque es muy costoso hacerlo, y que por ello se está acudiendo a entregar a fundaciones la administración de los humedales. El proceso aún no se ha hecho efectivo en todos.